
Sin embargo, debemos anotar que este concepto de medio ambiente se apega
a los elementos tradicionales, a saber: agua, aire, fauna, flora y tierra sin
hacer referencia a un nuevo criterio que va tomando cuerpo día a día; estamos
hablando de Medio Ambiente Urbano.
Este término apunta al estudio de las comunidades que se asientan en los
centros urbanos y que en América Latina y el Caribe está en el orden del 80%
(Fuente: Programa Onu-Hábitat 2012)
Ahora bien, el programa fuente aplica al mejoramiento de la calidad de
vida de la población más desfavorecida, a corregir problemas de asentamientos
en zonas de riesgo, a la adecuada explotación de los recursos naturales no
renovables, a la movilidad y acceso a los centro de acopio de alimentos y
materias primas, al suministro de servicios públicos básicos y, en fin, a toda
una problemática compleja y costosa que refleja las astronómicas diferencias
económico-sociales en estos países.
En esta ocasión, entonces, queremos llamar la atención de los estudiosos
y a los administradores locales, sobre unos derivados de ese Medio Ambiente
Urbano, descritos en el Árbol Ambiental Urbano que preside nuestra página web.
No por ser problemas cotidianos y aparentemente menores, esta clase de
actitudes de los miembros de una ciudad determinada, deben dejarse de lado para
controlarlos y sancionar a sus infractores. Recordemos que “un gran problema es
la acumulación de una gran cantidad de pequeños problemas”
En ese orden de ideas, invitamos a la comunidad en general a que se
apropie del Modelo y de los Planes de Acción que CEAS COLOMBIA pone a su
disposición, para que entre todos construyamos esas ciudades que queremos
dejarles a nuestros descendientes.
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