jueves, 3 de abril de 2014

22 DE ABRIL, DÍA MUNDIAL DE LA MADRE TIERRA

El 22 de abril de 1970, y luego de varios años de trabajo político del senador Gaylord Nelson en los EEUU, se celebró por primera vez el Día Mundial de la Tierra, institucionalizado por la asamblea general de la ONU desde el año 2009; en tal resolución se invita a tomar conciencia “… sobre la interdependencia entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos

Tradicionalmente –y cuando se habla de desarrollo sostenible- se hace referencia al cambio climático, a la explotación irracional de los recursos naturales y demás problemas creados por las actividades humanas con las que, como bien lo dice el Secretario General Ban Ki-Moon, “… no solo ponemos en peligro el único hogar que tenemos sino incluso nuestra futura supervivencia

Sin embargo, a medida que el hombre se fue aglomerando en locaciones construidas para formar comunidades organizadas, nació a la par un medio ambiente propio que ahora conocemos como Medio Ambiente Urbano.

Los impactos dañinos a los elementos tradicionales del medio ambiente, tales como: contaminación de los cauces de agua, deforestación, quemas indiscriminadas, erradicación de especies nativas, excesos en la caza y la pesca, etc. cambiaron en los centros urbanos; ahora se habla, entonces, de contaminación visual y de gases vehiculares, exceso de ruido y basuras, movilidad, invasión del espacio público y otros factores negativos que van ligados directamente con la cultura ciudadana, la convivencia pacífica y la autoestima social.

Así las cosas, los administradores públicos tienen frente a sí un amplio y duro campo de acción para destinar recursos humanos y económicos a controlar toda una gama de actitudes antijurídicas que convierten a nuestras ciudades en lugares invivibles y en continuo deterioro de la calidad de vida de sus habitantes.

De manera que a pesar de que el ser humano está en la cúspide de las especies, los resultados de sus actividades son preocupantes y, en múltiples casos, irreversibles.

Meditemos, pues, en que si la concentración de los seres humanos en los centros urbanos va en aumento, el nuevo concepto de Medio Ambiente Urbano deberá ser revaluado hacia la creación de una conciencia colectiva de respeto por los derechos de terceros que convierta nuestras ciudades en lugares amables que, al fin y al cabo, es la herencia de nuestros descendientes.

Gilberto Trujillo Peláez.
Presidente CEAS COLOMBIA

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